En su primera presentación ante la Justicia, el piloto Gustavo Serventich se despegó de su socio Sergio Shocklender. Dijo que no le consta el origen del dinero que utilizó para comprar dos aviones. Y que nunca se involucró en la construcción de viviendas que lleva adelante la Fundación Madres de Plaza de Mayo. Pese a que era dueño del 10% de las acciones y director suplente de la firma, aseguró también que no tenía injerencia en las inversiones ni en la administración de la constructora Meldorek SA. “ Nunca aprobé ningún balance y desconozco toda actividad relacionada con la facturación de la empresa ”, dice el escrito que presentó esta semana. Los fiscales no creen lo mismo, por eso lo imputaron desde el comienzo de la investigación. También están detrás de su mujer, Carolina Gentile, que figura en Vicasa SA junto a la ex del mayor de los Schoklender, Viviana Sala. La sociedad tiene domicilio en Alvarez Thomas 198.