El nuevo ministro de Seguridad Alejandro Granados logró acercarse mucho, por su forma de ser, al personal que trabaja a su alrededor. Cuando tiene que comer afuera del Ministerio, por ejemplo, invita hasta los custodios a sentarse a su misma mesa. Y suele viajar en su propio auto, rompiendo todos los protocolos. El dato contrasta mucho con su antecesor, Ricardo Casal, quien solía mandar a una persona a reservar el lugar donde quería comer y luego se sentaba él solo en la mesa. Granados tampoco desparrama cariño hacia Casal, actualmente en Justicia. En la intimidad lo denomina “pañuelito”, por los pañuelos que suele usar en la solapa del traje. No solo los modos de tratar al personal más cercano son distintos. También hay diferencias en la línea de conducción de la Policía bonaerense.