Agrandaditos K

La Presidenta tuvo un baño de ternura. Todo comenzó en las redes sociales: Agustín, un nene de 4 años, pedía conocerla personalmente en el acto del 25 de Mayo. También se sumó a la colorida reunión, una nieta de desaparecidos, Mara, oriunda de Córdoba. Caminando hacia la Plaza, el padre de Agustín lo filmó haciendo berrinche, ya que quería conocer a Cristina en la vida real, y no solamente en la tele. El encantamiento de la presidenta no se hizo esperar, y ese mismo día escribió en Twitter: “Lo que más me gustó, es cuando dijo que me quería conocer en la vida real, y el padre lo quería convencer de que en la tele era lo mismo. Decime si eso no es cultura!”. En el caso de Mara, la primer mandataria contó que le emocionó un dibujo que hizo la nieta de desaparecidos, plasmando en una hoja tres militares presos y entonces le propuso ser “su abuelita”. Los canales para oficiales y canal 7 le dieron a esta nota una amplia cobertura. En su despacho, Cristina les obsequió a los bajitos libros de Pakapaka.

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