Al mal tiempo, buena cara

Cristina volvió a sus presentaciones públicas con guiños de “buena onda” y pasos de comedia. Es que, hace una semana, preocupó su aparición por cadena nacional, en la que se la vio desencajada. Al salir al cruce de la movilización de Moyano, comenzó a mostrar recibos de sueldo de camioneros y remarcó que quienes ganan más de 6 mil pesos son ricos. Este discurso fue evaluado puertas adentro como muy malo. Se decidió, entonces, retomar la estrategia de una  Cristina “anímica y coloquial”. Apareció la muñequita y bromas con los aplaudidores de actos oficiales. Sin embargo, encuestadores que trabajan para el gobierno, le advierten que el clima electoral es adverso para las legislativas del año próximo, y que si no se anuncian un par de medidas centrales “la elección de mitad de término se podria perder”. En este contexto, la presidente provisional del Senado (segunda en la línea sucesoria) Beatriz Rojkes de Alperovich instaló que la presidenta no piensa en reformar la Constitución. ¿Conjetura o información?. Hasta que no se juegue el partido, Cristina no resignará ni un ápice de sus posibilidades, pero también ya va conociendo los límites de la arriesgada jugada.