Axel Kiciloff ha hechizado a Cristina y hasta se ha transformado en un estandarte contra lo que el gobierno considera La Corpo (Clarín y otras empresas adversarias). La presidente ejerció una encendida defensa del joven funcionario, cuando salió a criticar dos artículos periodísticos que hablaban de él, y esto fue, para muchos dentro del gobierno, una muestra del peso específico que va adquiriendo el vice de economía. El crecimiento, de estudioso de Marx y Keynes, es exponencial. Tiene linea directa con Cristina y ella lo ha mandado a misiones especiales como negociar con Repsol-YPF. Llamó la atención de los directivos Ibéricos con el look casual que lució en la última reunión, donde no se pusieron de acuerdo con los dividendos y la inversión del sector. La última misión que tuvo, en estricta reserva, fue con las empresas de distribución eléctrica, quienes volvieron a reclamar ajuste de tarifas en servicio domiciliario. La respuesta fue “los tiempos los manejamos nosotros”. Esas reuniones antes las encaraba Julio De Vido y su número dos, Roberto Baratta.