Un dato que ninguna crónica recogió hasta ahora sobre el escándalo del espía Ciro James es que el juzgado federal a cargo de la investigación, el Nº7, está vacante tras la renuncia del ahora ministro Guillermo Montenegro, quien aceptó la invitación de Macri para saltar a la política. Ese movimiento, que también implicó la salida de dos secretarios, los actuales subsecretarios del Ministerio de Justicia Daniel Presti y Matías Molinero, generó ascensos dentro del juzgado. Uno de los que se vio beneficiado fue Daniel Russo, a cargo de la secretaría 13, la que maneja la causa de las escuchas telefónicas. Sin embargo, y pese a las quejas públicas sobre medidas que se filtran antes a la prensa, todas las fuentes consultadas descartaron cualquier animosidad hacia sus ex compañeros. “Es un tipo de carrera, estuvo en ese juzgado con Bagnasco, Torres, Urso y ahora Oyarbide”, destacó un funcionario macrista. Otra fuente destacó: “Es un buen tipo, y no hace nada sino es por orden de Oyarbide”. En el medio de todo, es casi impoisble hablar de la Policía Metropolitana. “Te tenes que operar de esta muela cuanto antes”, razonó un hombre que tiene su oficina en el Ministerio de Justicia de la Ciudad.