Gregorio Dalbón sorprendió esta semana en el juicio por la tragedia ferroviara de Once con un planteo muy llamativo ante los jueces del Tribunal Oral Federal 2: quería que en pleno debate oral se realice un minuto de silencio al cumplirse cinco años del fallecimiento del dirigente radical Raúl Alfonsín. Los jueces consideraron inapropiado el momento, y el abogado retrucó furioso. Dijo que el ex presidente es el “padre de la democracia”. En medio del reclamo, Dalbón tuvo un encontronazo con su colega Valeria Corbacho, defensora del motorman del accidente. Fue porque Corbacho interrumpió a un letrado, y Dalbón le pidió al Tribunal 2 que la abogada dejara de interceder cuando alguien tomaba la palabra. “Usted es un maleducado”, le retrucó Corbacho. La mala onda entre ambos no es nueva pero quedó expuesta en el juicio. Dalbón sospecha que detrás de Corbacho hay otros intereses. Lo cierto es que sus cruces con otros abogados son frecuentes en el juicio de Once. Todos auguran que las cosas no van a terminar bien. El tiempo lo dirá.