De Muniain a tantas historias de “gallegos” que marcan una huella con San Lorenzo

El contacto de intercambio cultural entre los españoles y el club azul grana comenzó con los que escapaban de la Guerra Civil. ¿Por qué se hicieron cuervos?

Vaya a saber por qué diablos la super estrella de cine Viggo Mortensen se hizo cuervo fanático, a tal punto que hasta en la alfombra roja de los Oscar recuerda su hermandad afectiva con el club de Boedo. Siempre hay una explicación a las cosas, hasta extrañas. El Señor de los Anillos pasó parte de su infancia en Argentina y le tocó gozar como otros chicos de la fascinación del juego de los campeones invictos de 1968, Los Cara Sucias. Hijo de un norteamericano y una danesa, su historia con Los Matadores fue algo circunstancial de la vida y sus avatares.

Distinto es si uno tira el hilo conductor de la llegada de la nueva adquisición de San Lorenzo, el Vasco Iker Munian. Hay una historia que recae en la diáspora de españoles en nuestro país huyendo de la Guerra Civil española. Munian no huye de nada, que se sepa, sino que le gustó el país y su presente en la liga ibérica estaba acabada. Un jugador casi retirado de las grandes luces viene a dar un detalle singular de pasar de la liga europea al Torneo del Chiqui Tapia.

Sin embargo la historia de “gallegos” que pusieron su huella de ligazón con el club fundado por el cura Lorenzo Massa, del que es hincha también el Papa Francisco.  Dicen que la admiración de los españoles de mitad del siglo pasado con al azulgrana fue a partir de la gira del 1946 /47,  que el club dirigido en ese entonces por Pedro Omar, hizo exhibiendo un fútbol de tal talante que hasta goléo a la Selección española.

Eso marcó a una generación de españoles que terminaron emigrando forzosamente en plena Guerra Civil . Algunos se escaparon a México, otros muchos desembarcaron en Argentina.  Fue entonces que varios jugadores también comenzaron a vestir los colores en el viejo Gasómetro. Se popularizó la frase “todos los gallegos son del Ciclón”. En realidad de los 10, incluído Muniain, solo Antonio García Ameijenda, técnicamente era gallego de la Coruña. Paradójicamente le decía el Tano y llegó a ser ayudante del DT, Bambino Veyra.

El club Deportivo Coruña homenajeó el año pasado a San Lorenzo por esa gloriosa gira del 46 al 47. El prestigioso diario El País reflejó sobre aquella gira: “El San Lorenzo de Almagro, pese a jugar contra el frío, la nieve y las intensas lluvias de invierno, causó sensación. Quizás Minuain ignore que antes de llamarse San Lorenzo, en honor a la batalla histórica de los Granaderos, se denominó Forzosos. Fue cambiado ya que a priori no sonaba nada bien.

Alguna vez dijo Osvaldo Soriano, fanático de San Lorenzo e hijo de un catalán, que “ser de San Lorenzo es un interminable sobresalto, una carga que se arrastra en la vida con tanto desconcierto y orgullo como la de ser argentino”.