De Trump a Milei: la derecha primera clase o turista abarcan una batería de medidas destempladas

El presidente argentino tuvo una platea preferencial en el Capitolio. Semejanzas y diferencias de dos líderes radicalizados que atraen la atención mundial.

Con los puños de modo de guardia (Trump) o los simpáticos pulgares arriba (Milei), la gestualidad pasa de los memes a los hechos. La derecha, de primera clase y la de clase turista, comparten una agenda de anuncios destemplados que patean el tablero de mínimas instancias de negociación, como se entendían las democracias pro occidentales antes de que ingresaran en una verdadera crisis.

Milei estuvo tan cerca de Trump, en el Capitolio, que parecía acariciarlo. Nunca un mandatario argentino tuvo tanta preferencia por parte de la primera potencia mundial, al menos en lo que es el decorado en una ceremonia institucional,. Las relaciones carnales, de Carlos Menem, dieron dudosos frutos , durante los 90′.

“No queremos tener relaciones platónicas: queremos tener relaciones carnales y abyectas “, había provocado con sus declaraciones el entonces canciller Guido Di Tella.

No hacen falta interlocutores ni cancilleres ni embajadores , ahora las relaciones las administran los presidentes a nivel interpersonal.  Con las características de Trump y Milei , es decir dotados de una personalidad carsimática , envolvente , similares a rocks starts, las empatías circunstanciales saltean foros burocráticos y aburridos. El show al servicio de políticas de derechas radicalizadas y destempladas, dominan la escena mundial.

¿Qué hay de parecido en en planteo de sus políticas?  Ambos, plantean una pelea contra la política tradicional , rechazan políticas de derechos humanos o de género. Son planteos de índole cultural en contraposición de la llamada política woke  (forma despectiva de referirse a los  progresistas).

Hasta ahí un envase similar. Sin embargo, Trump cree en el estado y su intervención en la economía. A tal punto va en esa dirección , que al asumir la segunda presidencia, constituído en el presidente número 47 de la historia democrática del los EEUU, anunció una batería de decretos , entre ellos la consolidación de arancelamientos a productos que ingresen a ese país.

Trump promete un nacionalismo proteccionista mientras que Milei es defensor del libre mercado a ultranza. Ambos pretenden llegan a un déficit cero y a inflación casi imperceptibles.

Milei se jacta de encabezar el ajuste más grande del planeta, simbolizado en la motosierra. Trump sacudió la modorra pos Covid y mandó a trabajar tiempo completo y presencial a los empleados federales. Disímiles tareas y asignaturas pendientes. El gobierno nacional espera que este viaje de asunción de Trump (Parte dos) sirva para que el FMI destrabe cuanto antes  un desembolso extra que oscila entre 11.000 y 20.000 millones de dólares. Con mayores reservas, que aportaría el FMI, se podría levantar el cepo en un tiempo prudencial.

La semana próxima vendrá una misión del FMI para comenzar a desentrañar si este amor platónico comienza a rendir algún fruto concreto.

Donald Trump pasa de los dichos polémicos a anuncios reales que tendrán repercusiones fuertes ,a corto plazo, en el tablero geopolítico mundial. Cómo Argentina pueda colarse en esta agenda, midiendo su oportunidad, es un interrogante abierto.