Pareciera contradictorio hablar de discreción ante un mausoleo majestuoso, pero lo cierto es que Cristina protagonizó un homenaje al compañero de toda la vida limitándolo a la intimidad de la familia y un par de funcionarios de extrema confianza. Bajó del avión a todos los demás: funcionarios, legisladores y gobernadores,  que debieron conformarse -en algunos casos- con un acto más político en Plaza de Mayo. Hasta su vice, Amado Boudou, no fue autorizado a viajar y se quedó con la foto junto a Hebe de Bonafini en la ronda de las Madres. El traslado del féretro de la bóveda familiar al flamante mausoleo no registró foto alguna, ya que se prohibió la entrada a la prensa y dicen que ni siquiera existen imágenes oficiales del momento de intimidad de la familia. Luego se abrió el cementerio para que la gente y la militancia hicieran su propio homenaje. Quien se destacó en su discurso, en la inauguración de la estatua de Néstor K, fue el secretario Legal y Técnico Carlos Zannini, quien llamó a defender a Cristina y no hacer el rol de “viudos” de Néstor. También reconocio que la Presidenta está partida por el dolor.