El embajador en Brasil, y una lujosa fiesta en su mansión

146-585x390Al embajador argentino en Brasil le encantan las excentricidades y las fiestas pomposas. Con motivo del 25 de mayo, Luis María Kreckler abrió las puertas de su lujosa mansión, ubicada a orillas del lago Paranoá, una de las zonas más exclusivas de Brasilia. Asistieron diplomáticos, empresarios y políticos locales. El broche de oro fue la presentación del bandoneonista Rodolfo Mederos, según publicaron medios locales. El menú incluyó quesos y vinos argentinos. La mansión de Kreckler ya fue motivo de polémica cuando se conoció que el Gobierno debe pagar como alquiler 13 mil dólares mensuales aunque la Argentina tiene una residencia oficial propia. “Está muy venida a bajo. Se va a vender y con ese dinero se va a construir una nueva residencia al lado de la embajada”, aseguraron cerca del embajador cuando el diario Clarín reveló la noticia. En la fiesta que hizo con motivo de la Revolución de Mayo, Kreckler posó para los fotógrafos locales junto a joven pareja, Natalia Lloret, como suele hacer cuando concurre a los eventos (ver fotos). Ahh, la mansión de Kreckler en Brasilia tiene pileta semi olímpica, sauna, spa, estacionamiento para 50 autos, bodega subterránea para 4 mil botellas, cine con 9 butacas, vista al lago artificial y hasta un pequeño muelle propio con capacidad para ocho botes grandes.