¿Se podrá separar la gravedad de las cosas en un país ardiente de grietas y prejuicios? Solo con una justicia activa e independiente. La repuesta deja muchos interrogantes en este contexto.

Hay varias denuncias en la justicia nacional por el impacto que sufrió el fotógrafo Pablo Grillo al cual ya le tuvieron que efectuar dos operaciones en la cabeza.

El gobierno intenta cerrar la discusión pública sobre si hubo exceso del gendarme que disparo la cápsula de gas en línea recta al objetivo de su cuerpo, diciendo que se trató de un hecho desafortunado, un accidente ya que el proyectil habría restado en una estructura metálica y el fotógrafo estaba mal ubicado para hacer su trabajo. Una verdadera provocación.

La Justicia tiene que definir si esto es una lesión grave dolosa, si hubo una intención de tirar a matar en concreto, o hubo una lesión grave culposa, que fue involuntaria y sin necesidad de tirar a matar.

Por las imágenes proyectadas, inclusive las de mayor precisión a través de un dron, se ve claramente que el efectivo dispara en linea recta desoyendo las recomendaciones del uso de este tipo de armas de hacerlo en un ángulo de 45 grados. No fue el único que lo hizo con mala praxis en el mega operativo. pero si el que desafortunadamente impactó en un civil.

Cabe destacar que a esta altura de la gravedad del episodio no está identificado el efectivo del disparo que impactó en la cabeza de Grillo ni fue apartado. Es probable por como se maneja Bullrich que vaya a haber una reivindicación y honores al señalado efectivo de gendarmería.

¿Cuál fue el pecado de Grillo? ¿Ser fotógrafo freelance o militante? Cronistas de otros medios, que también sufrieron golpes, describieron que el operativo no tenia la coordinación apropiada entre las fuerzas intervinieres.

Milei hizo en ExpoAgro una reivindicación de su ministra preferida y no mencionó la critica situación que atraviesa la salud de Grillo. Una pena que otra vez se mezcle todo y no aprendamos de la historia.

Horacio Caride