En el Senado bonaerense también hay “Chocolate” y una denunciante con ganas de hablar

Hay una mujer que quiere contar cómo usaron su nombre para pasar la tarjeta de débito como supuesta empleada de una ex senadora.

Poder Ciudadano conectó a una mujer que dice tener pruebas de haber sido víctima de usurpación de identidad para el cobro de dinero negro de la política. El testimonio de “Myriam”  puede sacudir al Senado como espejo del caso “Chocolate” que escandaliza a la Cámara Baja bonaerense.

La humilde mujer se quedó sin trabajo cuando clausuraron una calesita en Berisso, en 2014. Desesperada por ese motivo, pidió ayuda. El llamado llegó unos días después a su casa, desde una oficina del Senado bonaerense. Le dieron una cita para tenderla “una mano”.

La sorpresa de Myriam fue que un tal “Kappa”, un supuesto operador del Senado de entonces la llevó directo al despacho de una senadora provincial. Según la denunciante, la receptora de la desesperada fue la senadora Elida Chiquita Villa de Bartoletti, viuda del ex intendente de General Viamonte, Juan Carlos Bartoletti, y ex senadora provincial por la cuarta sección electoral.

La reunión fue la única y última ya que tras venderle solidaridad ante su caso por ser oriunda (la ex senadora) de Los Toldos. Pero nadie la llamó, y su teléfono enmudeció.

Años más tarde, Myriam descubrió la estafa acudiendo a la ANSES, donde le mostraron que estaba recibiendo aportes de parte de la legislatura provincial. La indignación fue total.

Pudo contactar una abogada que finalmente la desalentó a hacer la denuncia. En el BAPRO de La Plata, el mismo de las andanzas de Chocolate, una empleada desestimó su relato diciéndole “señora acá viene otra persona con la tarjeta a cobrar”, cuestión que era una obviedad de sospechas de irregularidad.

Ese mismo día en que quiso alertar a la entidad bancaria, cual si fuera una mueca de su destino, se volvió a topar con “Kappa”, quien estaba sacando dinero de un cajero. Se quedó con la espina :”¿Habrá sacado dinero con mi identidad?”

Recordemos que en cuanto al caso “Chocolate”, prima la cofradía del sistema. silencios o palabras huecas. El caso de Myriam podría reactivar la pesquisa desde otra perspectiva y sacar del pantano en el que metieron, dos camaristas, la investigación del puntero del PJ.