Golpes y tensión en audiencia Pando-Barcelona

Ocurrió cerca de las 8:30 de hoy en la Sala de Audiencias del juzgado 108, en la calle Talcahuano. Por las redes sociales se vino agitando el tema. Un grupo de derechos humanos k y la organización La Poderosa (ONG social que trabaja en villas de emergencia) fueron a escrachar a Pando, que viene sosteniendo una demada contra la revista satírica. Al no poder ingresar a la Sala de Audiencias, los manifestantes empujaron al personal policial y llegaron a romper una puerta de vidrio. Hace tres años , Barcelona publicó, en tapa, un fotomontaje con la cara de Pando y un escultural cuerpo desnudo encadenado”. El título de ese número, que la justicia ordenó detener la venta,  fue: “Cesi Pando se encadena para vos”, haciendo una lectura porno- sadomasoquista de la defensora de militares que violaron los derechos humanos. Ahora la demanda es por daño moral y la supuesta damnificada reclama la suma de $80 mil. La Directora de la revista, Ingrid Beck,  defiende a ultranza la “libertad de expresión”. No es la primera vez que existe, en estos últimos 30 años, una discusión sobre los alcances de la libertad de expresión. ¿Hay libertad plena o libertad responsable?. Un caso señero, de anulación de libertades, fue cuando en la retirada ya del Proceso los militares ordenaron el secuestro de un número de la Revista Humor, en 1983. Fue el número 97, que ahora los coleccionistas atesoran. Se lo veía al entonces General Nicolaides en patieta, derrapando. La gran diferencia es que había un estado autoritario y un país fuera del estado de derecho. Ya en el gobioerno de Alfonsín, hubo todo un debate por una solicitada de Videla y otros genocidas que se defendían de las acusasaciones de violar derechos humanos. El periodista Horacio Verbitzky y la Utba presentaron un amparo por “apología del delito”. Después los camaristas Gil Lavedra y Arslanián autorizaron la publicación de la solicitada en defensa de la libertad de expresión. No parecen todos estos ejemplos encajar en la polémica tapa de Barcelona. 30 años de democracia permiten discernir cuando vale extralimitarse y el derecho a los ciudadanos, llamense Pando o alguien más simpático, a sentirse ofendidos y recurrir a la justicia, sin que esto sea interpretado como vulnerar la libertad.