La cábala y la orden de ser humildes

La presidenta Cristina decidió la noche de triunfo no subir al balcón de la Rosada por cábala. En la intimidad sostiene que los últimos presidentes que se tentaron con el histórico mirador hacia la Plaza de Mayo terminaron mal. En este sentido la orden emanada fue a sus ministros: “Sean humildes y no hagan manifestaciones en los medios“. Es por esto que ni siquiera el jefe de gabinete, Aníbal Fernández, pudo cumplir con su habitual columna de los lunes en el canal de las pelotitas. Hace algunas horas, la primer mandataria paró en seco al locutor que la presentó en forma grandilocuente en el partido de Lanús. Eufórico había dicho: “Con ustedes que ha sido reelgida por el voto popular hasta el 2015 inclusive“. Cristina incómoda le contestó: “Eso si Dios quiere”.