Entre raperos y stand up, mediante desopilantes cadenas nacionales y un paro que tuvo una contundencia inesperada, la primer mandataria tiene al menos dos cosas claras sobre el futuro de su armado político: tratar de impedir que Scioli sea presidente y reservar poder hacia el 2015, que le permita condicionar al próximo gobierno.”Tenemos un 25% de votos y los vamos a hacer valer“, dijo una fuente cercana a Zannini. El Chino, preocupado por temas judiciales, es el encargado de vigilar las reglas de las primarias dentro del partido. Será el dueño de la lapicera para poner candidatos a legisladores de La Cámpora, sea quien sea el candidato 2015 del partido de gobierno. Sectores opositores suelen subestimar su actual poder de fuerza y la ven en franca retirada, solo tratado de llegar honrosamente al fin de mandato. “Siempre más, Nunca menos”, es la música que prefiere escuchar. Hay dos acciones que ameritan seguir de cerca, para el análisis. Cristina mostró un pragmatismo brutal para hacer el ajuste (palabra impronunciable en el diccionario k). Su volantazo empático hacia el Papa, otra muestra de pragmatismo e inteligencia política. Y hasta algunos dicen que Cristina puede llegar a definir que el peronismo espere un turno, y asegurarse un futuro sin problemas judiciales.¿Será esa la gran oportunidad de Macri?