La rebelión de la chalina blanca

Cacho Rubio inició el contrataque jurídico por la fuerte acusación que lanzó el titular de la Ong La Alameda, Gustavo Vera. El periodista, socio histórico de Aptra, fue señalado como un proxeneta vinculado a una red de trata en la ciudad de Buenos Aires. Todo empezó con la difusión de un video de la década de  los 90, en la que Cacho animó un “sorteo” de chicas en un boliche del ex Side, Raúl Martins. La Alameda difundió tres videos en los que el estrafalario personaje queda mal parado. El tema promete terminar en tribunales, ya que el dueño de la chalina blanca exige una disculpa pública y amenaza con querellar a Vera. “No hay nada más sucio que un político haciendo campaña”, se quejó. A todo esto, Cacho atraviesa una gran amargura porque fue inhabilitado a participar de la noche de los Martín Fierro. Ni lerdo ni perezoso, armó una movida frente al Teatro Colón. Irá con algunos amigos, luciendo chalinas blancas, como señal de desagravio.

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