La última vía, será la judicial

congresoLos caminos se acotaron a que algún juez tenga un patriótico gesto de autonomía, ante la catarata de demandas que comenzarán a caer en los Tribunales, tanto de sectores de la oposición, como de abogados que no se resignan a ver al poder judicial de rodillas. La polémica votación del art. 2 de la reforma del Consejo de la Magistratura será la cabeza de playa de esta serie de denuncias contra el paquete del Ejecutivo. El tablero indicó en primera instancia 128 votos en particular. El oficialismo gritó una supuesta falla en el sistema electrónico y estalló el escándalo. Radicales y Pro se retiraron del recinto. Los k votaron de vuelta y obtuvieron 130 votos. En el medio del fango quedó envuelta en dudas la diputada del Movimiento Popular Neuquino, Alicia Comelli, quien dijo que en primera instancia se confundió y no le tomó el voto.“¡No me tomó el voto! ¡No me tomó el voto!” exclamó. Caso similar habría ocurrido con el diputado Juan Carlos Forconi del FPV. Elisa Carrió se quedó en el recinto y prosiguió con su catarata de denuncias que también salpican a “actores” de la oposición. Quedó en soledad. Su denuncia, de un supuesto pacto con Lorenzetti para conseguir el quorum a cambio de manejo de caja para el Alto Tribunal, fue rechazado, en pleno, por la Corte. La carta de los camaristas, que reenvió Lorenzetti al presidente de la Cámara Baja, omitió una primera parte que resalta el enojo de esta pata judicial con la Reforma planteada por el gobierno, resaltando el estado de vulnerabilidad en la que quedaría la justicia. Tras la exposición de Carrió, el presidente de la Corte debió llamar a uno por uno de los Camaristas para apagar el incendio. La explicación que le dio es que si se ponía ese párrafo podia ser un argumento futuro de recusación contra la Corte.