Lijo entró gracias a una jugada temeraria de Milei

Los decretos nombrando a los dos nuevos integrantes de la Corte generan tensión institucional. El juez federal se tomaría licencia, si se lo permiten.

Ariel Lijo puede ser una virtual solución para el gobierno o transformarse en su verdadera pesadilla. Por ese viejo dicho que “lo que comienza mal termina peor”.

El controversial juez federal viene acumulando observaciones sobre sus malos antecedentes para llegar al máximo sitial de la justicia. Sin embargo, y en pleno receso parlamentario, el presidente de la Nación cumplió con su amenaza: nombró al juez clave de Comodoro Py y a García-Mansilla por vía del decreto.

Ambos, en principio, permanecerían en la Corte por un año, en comisión. Pero la jugada podría generar un conflicto de poderes, Milei inaugurará las sesiones ordinarias de 2025, con un discurso que gran parte de la oposición le dará la espalda, el sábado próximo.

Quien maldice la figura de Raúl Ricardo Alfonsín, debería ser más respetuoso de la historia. El llamado padre de la democracia, debió reconstruir las instituciones desde cero, tras una brutal dictadura. No tiene parangón comparar aquellos años aciagos, donde el ex presidente tomó jura a los miembros de la Corte, con la actualidad. Mas de cuarenta años consecutivos de democracia, algunas enseñanzas deberían tener cierta firmeza de respeto a las formas institucionales a seguir.

Por su parte, García Mansilla fue el que dijo que él no hubiera asumido, en la Corte, bajo la figura de un decreto como , en principio, lo hicieron Rosatti y Rosenkrantz, por el apuro de Mauricio Macri. Luego, debió rectificar. ¿Tendrá tiempo Milei de darse cuenta del error u horror en el que ha incurrido?

La historia también demuestra que una vez que juran los ministros de la Corte ya no les pertenecen a nadie, sino a sus propios intereses y círculos de poder. Hay un duda que carcome a la Rosada: ¿Y si finalmente Lijo no puede mantenerse adentro de la Corte? El desgaste político del presidente será notorio .

Por eso, no es un dato menor, si finalmente Lijo toma licencia como juez federal dejando latente un tanque de reserva. El asunto lo terminará de definir, en las próximas horas, la Cámara Federal o la Corte. No hay antecedentes de un otorgamiento de licencia en este contexto.

Si le otorgan la licencia, Lijo podría terminar siendo el carcelero de sus actuales promotores. Quienes lo conocen saben que no le tembló el pulso para detener a Amado Boudou cuando estaba en su casa en pijama. A la vez, cajoneó un sinfín de expedientes. Tiempista como pocos, Lijo quiere quedarse con una llave que lo reivindique por si la política no le terminan allanando el camino.

¿Quién le tomará juramento? Milei estaría dispuesto, si el presidente del Alto Tribunal tuviera un repentino desgano al respecto.

Si logra resistir adentro de la Corte, después comenzaría la otra gran pelea . Un reordenamiento del poder dentro del Alto Tribunal, hoy dominado por el tandem Rosatti-Rosenkrantz. Lorenzetti ha hecho denodados esfuerzos, por Lijo, como para que este no aspire a patear el tablero del actual orden cortesano.

Horacio Caride