Impotencia. Fue una palabra fuerte en la boca de la presidenta, quien siempre se muestra como “especialista” en los asuntos de estado. Ayer fue el día de la reconfirmación sobre el fracaso en materia de diseño del transporte público. La llamada “Década ganada” no pudo revertir la decadencia iniciada en los 90. El ex Defensor del Pueblo, Eduardo Mondino, advirtió que para solucionar tantos años de desinversión habría que parar los tres durante al menos 6 meses. Esto lo sabe Randazzo, quien lo discutió dentro del gabinete, pero se llegó a la conclusión que en un año electoral el costo de parar totalmente el servicio sería alto para el oficialismo. El Ministro de Interior quedó planchado como candidato K en territorio bonaerense. Mas allá que nunca tuvo convicciones personales sobre le conveniencia de su candidatura, había recibido señales de la presidenta, de que esto era necesario ante la caída de imagen de su cuñada, Alicia. Los anuncios que hizo en materia de renovación del sistema ferroviario fueron maquillaje y promesas hacia el 2015. Varias veces se evaluó la estatización completa del servicio, pero se dio marcha atrás. El tren que chocó con otra formación en Castelar, había sido reciclado, con anuncios rimbonbantes, en diciembre último. Los operadores privados plantean un interrogante hacia el futuro, aunque sostienen que el gobierno si no lo sigue haciendo con ellos, tendrá que optar por hacerlo con los gremios. Esto último pareciera, hoy por hoy, un imposible ya que mantiene una confrontación política con los principales líderes gremiales del sector.