Mientras la LLA se come al PRO, el partido gobernante fagocita al votante del peronismo

En las cuatro provincias que se votó el domingo, se nota el avance de los libertarios y el retroceso del PJ.

Las elecciones en cuatro provincias (Chaco, Salta, San Luis y Jujuy) demuestran el franco retroceso electoral del peronismo y el avance de la LLA como aliados de oficialismos o asomando como primera oposición. Mientras que en la Ciudad todos observan si el PRO muere o sobrevive, hay un fenómeno subyancente que está limando las bases del partido de los pobres.

Kicillof lo expresó, hace unos meses ,con eso de “cambiar el cancionero”, ya que la gente se está cansando de escuchar lo mismo. Hubo , como otro dato relevante, muy baja participación del electorado, sobre todo en Chaco donde apenas superó la mitad del padrón electoral.

Se están dando entre las capas etarias jóvenes y no tanto una premisa que sería resumida con esta frase: “si no tiene historia, mejor”. Por su puesto parte de un oxímoron, ya que hasta el más intrascendente de lo seres cuenta con pasado. Lo importante es aparentar, al menos, no ser tan casta. La mayoría de los dirigentes que todavía administran lo público, vienen gastando pantallas hace por lo menos 30 años.

Cristina, es buena lectora de los procesos aunque no sea buena en resolverlos. Ella, viene advirtiendo la hecatombe del partido peronista, eso si sin tener la mínima autocrítica como figura central de las últimas décadas desde su protagonismo.

Como manotazo de ahogado , aspiran a que un ex radical los salve , el próximo domingo en la ciudad. Se llama Leandro Santoro, y trata de pasar lo más desapercibido posible hasta el domingo. Si le preguntan por un tal Alberto y una tal CFK, aparenta demencia.

Macri apoya abiertamente a su invento: Silvina Lospennato. Ni hablar de un Javo militando a un Adorni, ¿Y Cristina?.

Santoro prefiere simular su independencia. En el arranque de la campaña , de ese modo , no le ha ido nada mal. En el frente de batalla , tras el cierre de la compulsa, la polarización juega fuerte.

Se verá si la fragmentación con 17 candidatos, produce el milagro para un hijo errante de Alfonsín, con el norte de ser el  nuevo “Erman rubio”. Los que quisieron abocarse, a un discurso municipalista, tuvieron problemas de escucha ante la ola nacionalizadora que ha adquirido la campaña. Desde que se cayó Ficha Limpia, sus silencios hablan mejor que sus pocas apariciones.

Horacio Caride