Guillermo Moreno retroalimenta su propio folklore de personaje irrasible y a la vez surrealista. La trascendencia que tomó un asalto en su casa, ubicada en el barrio de Constitución, produjo la reacción del Secretario de Comercio. Varios cronistas se acercaron al antiguo edificio para certificar la información. El hecho ocurrió en julio pasado pero el polémico funcionario no lo denunció. La entradera fue contra una consorcista de 65 años, que la hicieron subir hasta el 6 piso y se llevaron joyas y pertenencias personales. También vecinos escucharon al propio Moreno, indignado, decir que la próxima vez ajusticiaría a los delincuentes con las dos armas que tiene en su casa. Lo cierto es que los cronistas que se acercaron tuvieron show en vivo de los “amigos” de Moreno. Un cronista de TN tuvo que soportar que un custodio se le acecar a increparlo y exigile que se retirar del lugar. La particularidad fue que el señor se acercó con un termo en mano que tenía una calco con la leyenda: “Clarín miente”. Por otra parte, Moreno tiene problemas puertas adentro ya que su esposa, la escribana Marta Cascales, se queja permanentemente del cepo al dólar que afecta sus negocios privados. En una de las últimas cadenas nacionales, Moreno se acercó al titular del la Afip, Ricardo Echegaray, para increparlo por estas medidas restrictivas. Casi terminan a las trompadas.