Lo peor no estuvo en tierra sino en el aire. Este sería el resumen de la escandalosa llegada al país de Maradona, que se mostró iritante y violento ante los periodistas. De lo que se televisó, lo más polémico, fue cuando se bajó de su auto en la autopista, y trató de apedrear a los periodistas que lo seguían rumbo a la casa de su ex, Verónica Ojeda, para conocer a su nuevo hijo, Diego Fernando. Sin embargo, en las últimas horas trascendieron detalles del vuelo de la empresa Emirates que salió con el ex astro desde Dubai. Además de su pelea con un pasajero que le acercó un complemento dietético para recomendarle y recibió a cambio insultos y trompis al aire, Diego tuvo un maltrato físico hacia su actual novia, Rocío, a quien llegó a agarrar del cuello. Los testigos, varios de ellos políticos, como el gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, y una delegación de legisladores santafesinos que participaron de un congreso en Emiratos Árabes. La cosa llegó a tal punto que el comandante del avión debió abandonar sus funciones para ponerle los puntos a Maradona, quien habría ingerido gran cantidad de alcohol en el sector business. En la escala en Río de Janeiro, Maradona se quedo recluído en la manga del avión para evitar prensa brasilera que ya sabían de su paso breve por el aeropuerto. El resto ya es conocido, salvo que fue el intendente de Ezeiza y amigo de la familia Maradona, quien intentó sacarlo a Diego por pista, para evitar mal tragos mayores. No fue posible porque las autoridades de Migraciones le dijeron que tenía que dar algunas explicaciones por lo sucedido.