Ya es un secreto a voces que quien quiera llegar a la presidencia en 2015 deberá conseguir un piso de 70 millones de pesos de financiación. En la última campaña legislativa, el Kirchnerismo gastó la cifra de 22 millones mientras que el ganador Sergio Massa consiguió 12 millones. “No es lo mismo lo que está en juego y además la inflación más devaluación cambió el panorama”, dijo un referente del oficialismo a este medio. Señalan, además, que el próximo diciembre, los candidatos ya tendrían que contar los porotos de los aportantes y quien no acerque los números no podrá seguir en carrera. Actualmente los principales empresarios juegan a dos puntas: Scioli y Massa. En menor medida Macri y Unen. Hoy los candidatos con real expectativa gastan fondos en encuestas. La ruptura societaria en Poliarquía despertó suspicacias, otra vez, sobre la seriedad de los números faltando aún un año y medio para las elecciones. Siguen los rumores sobre que Berensztein se fue por no estar de acuerdo con el apego de uno de sus ex socios para con uno de los candidatos a presidente.¿Repercutirá en la futura inversión de encuestas?. “Los políticos ya no pagan para que les digan la verdad sino para que no se sepa”, agrega el informante.