Tres para fracasar, en un octubre enmarañado

¿Habrá un ganador real en una elección donde el vértigo y la incertidumbre juegan un cabeza a cabeza? No se percibe reacción en el sistema político.

Siempre hay un ganador formal en un acto electoral. Existe una legitimidad de origen y otra, cada vez más importante en las democracias debilitadas, que es la de la praxis de gobierno. De pasar de la sorpresa a la realidad, Javier Milei por la dudas arrimó rumores de tener Primera Dama. Un anarco tradicionalista resultó ser.

Dejando la pausa frívola de caso, estas elecciones de largo suspenso tienen un epilogo casi indiscutible: sea quien sea el ganador, los primeros meses serán de una inquietud insoportable. No se percibe, entre los tres candidatos de los tercios que quedaron expectantes, un hilo de certezas que conduzca la credulidad de los votantes sobre que su futuro será mejor. ¿Qué es el mañana? Hace rato que predomina esa pregunta entre argentinos.

Los tres para fracasar deberán atravesar una durísima transición. Primero resetear sus campañas y luego convencer a los millones que no fuero a votar en las PASO. El sistema por primera vez experimenta elecciones gélidas sin el más mínimo entusiasmo de que habría un cambio para mejora alguna variante de la vida de los ciudadanos. A lo sumo si el voto es puramente catártico y emocional, los demás ¿saldrán del letargo?

Javier Milei corre con la ventaja de la centralidad. Todos hablan de él y como candidato ha saturado pantallas. Existe la creencia, y algo soberbia por parte de dirigentes de Juntos, que tan solo con dejarlo hablar sufrirá un inevitable desgaste.

Puede ser cierto o no. En todo caso, la aspiración mínima sería salir de la especulación cortoplacista y mostrar qué van a hacer los demás participantes de la contienda.

Martín Tetaz es uno de los economistas que paseará en estas primera semanas de campaña con la candidata. Dijo en TN que bastará con contraponer a la palabra “dolarización”  con la de “orden”. Si es tan sencillo, ¿por qué no lo hicieron antes? Una de las cuestiones que parecen haberles restado votos fue el hastío que provocó la interna salvaje entre Pato y Horacio.

Una de las cuestiones que parecen haberles restado votos fue el hastío que provocó la interna salvaje entre Pato y Horacio.

 

Ahora, Patricia ha quedado muy golpeada y confundida en lo discursivo. Debe ir por el voto moderado ya que el radicalizado le será muy cuesta arriba recapturar.  Lo expresó con contundente habilidad el León : ” para qué ir por segundas marcas si está el original”.

En las próximas horas, dicen, que sacará a la cancha el posible ministro de Economía: Carlos Melconián. Un gran comunicador, objeto de deseo del circulo rojo nunca concretado. Macri lo destacó prometiéndole un lugar en su gobierno y tan solo lo premió con el Banco Nación. Su tiempo de revancha transcurre cuando el ex presidente está siendo discutido internamente por la plana mayo de Juntos. Prat Gay lo dijo con literalidad: “No es tiempo de neutrales”.

Como nunca, el diferencial para los escépticos, cabezas quemadas, es ver una explicación racional de cómo se reconstruirá la economía del país, a qué precio y velocidad. Un futuro ministro contrastando con un actual encargado de la Economía, Sergio Massa que además es el candidato del oficialismo como otra verdadera rareza de estos tiempos disruptivos.

Massa anuncia medidas sin pasar por el presidente y apuesta que tanto el dueño de Dylan como Cristina sigan invisibilizados en la campaña.

En general no se percibe una reacción a la altura de trompazo recibido en las urnas del domingo 13A. Hay tiempo todavía para que la gente sintonice otro relato que no sea solo el “rompamos todo”.

Horacio Caride