Los tiempos se van acotando y la CGT Balcarce debe definir su liderazgo. Si bien no han caído bien las últimas declaraciones de Caló -que incluyen su faltazo a la reunión con Cristina y sus críticas a los índices del Indec- al gobierno nacional y a los Gordos no le quedaron alternativas. El taxista Omar Viviani es poco representativo y un blanco fácil para la CGT de Moyano. Otra posibilidad que se evaluó fue armar un triunvirato acercando al gastronómico Barrionuevo, pero esto es indigerible para un sector del kirchnerismo. El metalúrgico Caló intentó subirse el precio por estas horas. No quiere quedar como el “chirolita” de la Rosada. Consiguió ayer el apoyo de todos los sectores que se oponen a Moyano. También perdió terreno el preferido de la presidenta el titular de la Uocra, Gerardo Martínez, seriamente salpicado por su paso en el Batallón 601. El próximo 3 de octubre se formalizará la CGT oficialista.