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Picante y con show garantizado por una especialista en debate televisivos. Carrió trató, por momentos, como una “madre” sobreprotectora a sus contrincantes por la diputación nacional porteña. “Chicos , la gente no quiere escuchar esto”, soltó cuando los veía pelearse a Cabandié y al Rabino Bergman. El sorteo la favoreció y comenzó a calentar motores. Pegó al gobierno nacional por la corrupción y al macrismo por “no combatir” este flagelo. En los cortes, asesores y otros integrantes de las listas se acercaban a alentar a los contendientes. Cabandié se llevó cartulinas con datos que mostró a cámara, como la represión de la metropolitana en el Borda. Fue el que recibió más aplausos de la tribuna, donde estaban entre otros Filmus y Taiana. “Si soy Juan de Arco, y gana Francia”,le espetó Carrió al Hijo restituido, despertando carcajadas detrás del set televisivo. El candidato del FPV aprovechó el tema de derechos humanos y criticó a la candidata del UNEN por haber defendido a los hijos de Ernestina de Noble cuando se los presionaba para hacer un ADN compulsivo. El candidato del Pro no solo estaba ubicado en el medio físicamente sino que quedó casi siempre en esa situación como convidado de piedra. Carrió cerró el debate mirando a los televidentes y les dijo: “Estoy muy contenta con Unen, me ha servido para cambiar mi carácter”. La tribuna se miró con sorna.