El “colorado” F. de Narváez recibió como buen augurio la definición de la dirigente del Pro, Gabriela Michetti de no competir en la provincia de Buenos Aires, pese a que se lo pidió Macri. Para el cantidato a gobernador significaba una competencia directa en su potencial electorado. Ahora iniciará conversaciones con el Jefe de gobierno porteño para trazar una alianza en las próximas legislativas. Tal como anticpamos en este medio, Gabriela se sentía incómoda con este nuevo sacrificio que le imponía el lider del Pro. Su negativa ante su jefe político, dicen en las filas amarillas, le costará caro en la ciudad de Buenos Aires. “Le van a tirar todo el aparato para que pierda en la interna para ser candidata en capital”, dicen en voz baja. Sus rivales serían H. Larreta y Diego Santilli. En cuanto al replanteo de la estrategia electoral en territorio bonaerense, comenzaron a sonar nombres en el Pro: Guillermo Montenegro, Néstor Grindetti y hasta la vice jefa, María Eugenia Vidal. Ninguno tiene la imagen con que cuenta Michetti. Por eso, quizás, también suenas nombres de famosos como Palermo o Dady, el ex Midachi, que fue tentado este año para sumarse y dijo que no.