El futuro de Leandro Despouy al frente de la Auditoría es una incógnita, incluso para él. Por lo pronto, en su entorno sienten como una victoria la marcha atrás que dio el titular de la UCR, Mario Barletta. El revuelo que se armó sirvió para que se exprese buena parte de la oposición a su favor y especialmente para que la decisión sobre su continuidad quede en manos de la Mesa del Comité Nacional (son 15 personas) y no solo en Barletta, que intentó ocupar ese espacio con Mario Candioti, un amigo suyo con un paso por el Consejo de la Magistratura. “Fue todo una operación que salió mal”, resumen. Por estas horas Despouy analiza qué estrategia llevará adelante hasta mediados de marzo, cuando presente su informe de gestión a diez años de hacerse cargo de la Auditoría. No se descarta que rompa el silencio que mantuvo esta semana.  De alguna manera, salió fortalecido del escándalo.