El circo beat de Moreno, un 4 de Julio

emajy escandaloNada es casual en los acting de Guillermo Moreno. Su presencia en el brindis de la embajada norteamericana, lejos está de escapar en esa norma. Habló y gritó para la tribuna interna, el día en el que se clausuraron, por una horas, varios hipermercados, entre ellos Walmart. Llegó haciendo gala de su prepotencia. Saludó como un caballero a la diva Mirtha Legrand, que estaba al paso de su arribo. A los pocos minutos, se puso hablar con un invitado, acompañado de su esposa, Marta Cascales. Atenta a su llegada, la periodista de Clarín, Silvia Naishtat se acercó a ralizarle algunas preguntas de actualidad. Muy respetuosa recibió como contra partida un cúmulo de improperios entre los que figuró: “Usted, por ser de Clarín, tiene las manos manchadas de sangre”. Varios colegas se solidarizaron, fundamentalmente su jefe Walter Curia, quien pidió respeto para la señora. Moreno amenazó con llevar el escandalete a la embajadora saliente Vilma Martinez. La periodista de Viva Marina Aizen le mostró su manos abiertas para demostrarle que no tenían sangre. No es la primera vez que el funcionario, llamado a indagatoria por presionar a las consultoras privadas, maltrata a mujeres periodistas, y usa este slogan. Antes de irse del coctel en la embajada, se cruzó con la periodista de Telefé, Cristina Pérez, quien recibió sus gritos cuando vio que le sacaba unas fotos desde un celular. El Director de Asusntos corporativos de Kraft, Pedro Matheus, recibió de la medicina de Moreno. El polémico funcionario le recordó su paso por el Grupo Clarín. Quizás lo más importante había quedado desapercibido. La embajadora norteamericana, al despedirse en su último discurso dijo: “Me voy de un país que es muy difícil…”