Las voces del Kirchnerismo paladar negro ya están volviendo sobre la reforma y la Re-re de Cristina. La misma idea fija que habían congelado, momentáneamente, por la fuerza de las cacerolas. El contundente triunfo de Chávez fue inapelable, y sobre todo tiene su mejor valía en la masiva presencia de votantes (80% del padrón), con un sistema de voto optativo y la limpieza del procedimiento, tras una atsmófera de denuncias. El voto electrónico, más la multitud de veedores internacionales, le dieron, a la trascendente elección, una legitimidad que se ponía en duda de origen. Ahora bien: ¿es comparable una realidad con otra?. En argentina falta un año para la elección legislativa. Por otro lado, el Kirchnerismo dista de ser chavismo en cuanto a su cohesión. Chávez cuenta con un partido sin fisuras y el apoyo además de la Fuerzas Armadas. Cristina tiene sus peores rivales dentro del seno del peronismo y una clase media en franco descontento. Aunque uno más uno no sea dos en política, es indudable que el triunfo del comandante oxigena a un gobierno que venía golpeado por pérdida de brújula en la gestión. Este martes se verá como comienza a desatar nudos o solo se queda enredado en el 7D.