La gran encuesta nacional, en la que se ha tranformado la elección del domingo próximo, genera apuestas y especulaciones en el sistema político. En el oficialismo están confiados en que será una paliza a favor de Cristina. En la Rosada dicen que, si bien los votos se cuentan de a uno, a ellos les da que la Presidenta obtendría un 42% de los votos y ven segundo a Alfonsín. En tanto, sectores del macrismo también creen que los números serían favorables a la primer mandataria, pero ven segundo a Duhalde, favorecido por el voto “prestado” de Macri. En los otros sectores opositores prometen que se llevarán una sorpresa, ya que tienen al oficialismo en un 38% y a Duhalde y Alfonsín muy parejos cerca de un 20%. La percepción de unos y otros es sustancial, ya que si Cristina perfora la barrera de los 40 puntos, ya encararía el tramo hacia octubre con una tranquilidad suprema. Están quienes dicen que el primer discurso del domingo a la noche será vital para saber cómo se toman una posible victoria y los errores posteriores que se cometan. Abajo de los 40 se generaría un suspenso importante, dejando a Cristina en peligro de no ganar la primera vuelta, casí única zanahoria que mantiene con expectativa al arco opositor. También cabe preguntarse: ¿ Se bajará algún candidato de la oposición si el resultado le da menos de 10% de los votos?. El personalismo y las torpezas, cometidas hasta aquí ponen en duda esta estrategia, que sería vital para inyectarle reales chances al que salga en segundo lugar.