El kirchnerismo es una caldera a raiz del fuerte impacto que tuvo la movilización de gran parte de la clase media en el cacerolazo del jueves pasado. Las posiciones se dividen entre los que asumen que hay que tomar nota y los que, por el contrario, creen que hay que redoblar la apuesta. El problema reside en que el núcleo menos autocrítico es representado por la presidenta y su circulo íntimo. La Cámpora evaluará, este lunes, si se convoca a Plaza de Mayo el próximo jueves o por el contrario se reservan todas las fuerzas para la movilización del 27 de octubre, fecha del segundo aniversario de la muerte de Néstor. Ese sector recibe órdenes directas de la Presidenta y de su hijo Máximo. Trascendió que el día de la gran movilización pacífica de las cacerolas, muchos opinaron que la contra marcha debía acontecer ese mismo día, pero la primer mandataria -con tino- pidió que no lo hicieran para evitar choques antagónicos. Sin embargo, integrantes de La Cámpora se infiltraron en la manifestación y registraron fotos de las consignas más duras contra la presidenta, las que serían parte de una campaña para simbolizar -que la del jueves pasado- fue “la marcha del odio” contra Cristina.“Vamos a ver sino se representa Cristina quien se va a hacer cargo de esto”, se escuchó en la última reunión de la agrupación juvenil k.