Lo hizo el presidente de la Cámara Baja, Julián Dominguez, quien visitó el comite radical en Olavarría, que había sido atacado por anónimos días atrás.”El incendio de un local partidario es un hecho que nada tiene que ver con la democracia””, expresó.Agregó que es inadmisible que un puñado de intolerantes empañen la responsabilidad cívica que los argentinos asumimos cada vez que vamos a las urnas.Dominguez tuvo un gesto inusual dentro de los comportamientos k con asus adversarios políticos.Reconocen en él un hombre de diálogo aunque a veces se alineo fuerte con posiciones apasionadas, como cuando dijo :” a los tibios los vomita Dios”, en referencia a Scioli.