El senador Miguel Angel Pichetto puede ascender al peldaño de los preferidos de la presidenta si consigue sacar del poder al intendente de Bariloche Omar Goye, a quien desde la Rosada responsabilizan por no controlar los saqueos de diciembre pasado. Pichetto fracasó en el primer intento junto con el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, ya que, tras la intimación, el mandatario de Bariloche se abroqueló en la resistencia. De todos modos, los enviados de la presidenta confían en que Goye será echado por el Consejo Deliberante local en un plazo exprés. El senador Pichetto tendrá como premio el acceder a la presidencia provisional del Senado, hoy en manos de la esposa de Alperovich. Si no, el ostracismo. Goye se constituyó en un caso similar al del gobernador de Santa Cruz Daniel Peralta, a quien hace un tiempo Cristina quiere sacar de la provincia. La gran diferencia es que el intendente no tiene el apoyo de los sindicatos como lo sostiene a Peralta. Entre otras cosas, Goye tuvo impericia por haber prometido para fin de año bolsas de comida que iban a donar privados. La ayuda no llegó a conformar a los necesitados.