El general Milani entró a la audiencia de mediación con dos custodios y un par de abogados, pero dejó abajo a varios agentes de su seguridad personal. Al menos cinco personas vestidas de saco y corbata dieron vueltas durante más de una hora. Lo llamativo ocurrió cuando los diputados Graciela Ocaña y Manuel Garrido salieron y hablaron con los periodistas para dar detalles de la reunión, donde Milani fue increpado y se puso nervioso. Los custodios se fueron acercando, hasta quedar a menos de dos metros, como si quisieran saber el contenido de las declaraciones. Los asesores de prensa y algunos colegas se dieron cuenta de la llamativa intromisión de los custodios. El hecho no pasó a mayores porque a los pocos minutos bajó Milani, acostumbrado a realizar tareas de inteligencia. Un agente lo tomó por la espalda y le sacó los micrófonos de encima. Milani respondía a todas las preguntas con un “gracias, gracias”. El jefe del Ejército se subió a un auto gris, que salió a gran velocidad. Los custodios se subieron a otros dos autos del mismo color y lo siguieron de cerca. En la maniobra brusca, casi se llevan por delante a un pobre motoquero.