Quién tiene la llave para desatar el nudo de la Argentina

De los tres candidatos con posibilidades, ninguno da certezas de un cambio esperanzador. Las PASO oscurecieron mas el panorama.

Las urnas se suponen que son un elemento liberador y catártico para las democracias. Las últimas PASO fueron solo una válvula de escape del voto bronca que vio en el candidato Javier Milei, un instrumento para escarmentar a la tribu de políticos tradicionales, en otra sintonía a las demandas de la gente. La cuestión en términos numéricos quedó como una suerte de triple empate. ¿Quién tiene entonces la llave para desanudar la enredadera de la encrucijada en la que está sumergido el país?

Los tres finalistas, que quedaron con chances, expresan un modelo económico de tipo liberal aunque con algunos matices de peso cualitativo. El ultra liberalismo, llamado anarco capitalismo de Milei, rechaza la intervención del Estado en el campo económico y hasta individual de las personas, una verdadera rareza que ninguna de las naciones del modelo occidental, llamado exitoso, ejecuta un plan con esas características.

Patricia, en cambio, quiere un Banco Central fuerte y autónomo del Poder Ejecutivo. Pretende acelerar el ritmo del ajuste y el achique del déficit fiscal. Difiere que todo deba ser privatizado y comparte con el libertario la idea que la represión no es una mala palabra. Está condicionada con una mirada en tensión interna con un sector del PRO moderado y aliados radicales, que defienden otros valores filosóficos de los derechos sociales.

En la tercera opción, quedó posicionado el ministro de economía Sergio Massa, quien padece como principal  obstáculo el haber fracasado en frenar el proceso inflacionario. El panorama es peor: renunciar o hacerse a un costado desnudaría aún más sus debilidades.

A la hora de ir a la caza del voto del otro o de los desencantados que faltaron a la cita del 13 de agosto, una cifra nada despreciable de alrededor de 5 millones de votantes, el trio de presidenciales debe resetear la campaña sin demasiados márgenes ya de error.

Milei ha comenzado a creer que sus perros pueden llegar a corretear pronto los jardines de Olivos o que su hermana Karina seria una merecida Primera Dama. Hay consultores que tras haber quedado patas para arriba, comienzan a darle la razón. Sus votantes salieron a blanquear las intenciones que tuvo su apoyo sorpresivo, bancando el tono vengador del excéntrico candidato. Difícilmente lo abandonen en octubre y por eso salió a confrontar con la otra candidata volcada a la derecha chicaneando con un frase ingeniosa: “Para que ir a buscar segundas marcas cuando él representa la original”. A esta altura su centralidad es como una golosina adictiva.

La ganadora de la interna PRO está preocupada por este nuevo escenario. El circulo rojo también por la incógnita peligrosa que contiene al líder de la Libertad Avanza. La están impulsando a que saque a la cancha cuanto antes a un candidato a ministro de economía que “comunique claro y bien”. Esto hace tiempo para este grupo se llama Carlos Melconián, aunque para la aspirante a presidente no representa su primera opción.

Con motosierra, con tijeras podadoras o como venga, hay un encrucijada  difícil de descifrar y con un nudo gordiano. El lema “tanto monta cortar como desatar”, habrá que ver si es posible ante la crecientes necesidades insatisfechas.

Horacio Caride