El caso del ministro de Interior Florencio Randazzo, es para seguir con detenimiento. La presidenta lo tiene perservado de la batalla diaria contra la “Corpo”, y prefiere que se dedique ,a pleno, a cumplir la primera etapa de saneamiento de los ramales ferroviarios del Mitre y el Sarmiento. El plan, de 800 millones de inversión compromete, en esta primera etapa,  la ejecución de los primeros 200 millones. Ya se hizo un relevamiento de la línea ferrrea de Liniers a Once, y se reparó el 60% de la misma, un  proceso que tuvo sus serias dificultades por las lluvias de octubre. En diciembre tendría que estar listo el resto más la readecuación de la mayor parte del material rodante del Sarmiento. Se comenzó por esta línea por el impacto que tuvo, en la caída de la imagen presidencial, la tragedia de Once, donde murieron 51 personas, y más de 700 resultaron heridas. El mes de febrero, en el que ocurrió la tragedia, fue el de la mayor baja en la imagen de Cristina. Desde ese entonces, el ramal pasó a  ser gerenciados por una unidad de gestión operativa (UGO) conformada por Ferrovías y Metrovías, empresas pertenecientes a los grupos Emepa y Roggio. Randazzo le está dando prioridad a esa misión, de la que depende su futuro político. Dicen en esferas oficialistas. que no se descarta su lanzamiento como candidato presidencial, en un posible Plan B. Hay un tema que preocupa , y mucho, en el sector: los Cirigliano. Seriamente comprometidos en la imvestigación de la tragedia de Once, prometen sed de venganza, sacudiento el avispero con alguna denuncia contra el gobierno, por entender que De Vido “les soltó la mano”