Era intendente de la ciudad de La Plata cuando defendió a Menem pidiendo su liberación en la causa de venta ilegal de armas a Ecuador. Dijo, en ese entonces, en una entrevista con el diario El Día: “Es necesario revelarse contra esta detención injusta”. En la nota fechada 21 de junio del 2011, Alak agregaba que “si no dijera lo que pienso estaría siendo un cobarde y lo digo como miembro de la declaración de los derechos humanos”. Ahora, el actual ministro de justicia de Cristina está envuelto en un verdadero escándalo de comienzo de año. Organismos de derechos humanos piden su renuncia por el asado organizado el último 27 de diciembre, en la ex Esma. En la jerga de los represores “hacer un asadito” era quemar cuerpos de desaparecidos. Alak encabezó este asado de despedida de año para reinvindicar las políticas de memoria activa de lo que sucedió en la dictadura. Pero la organización habría estado en manos de La Cámpora. En la invitación, se obligó a concurrir a los empleados estatales. La Cta de Yasky acató. Hebe de Bonafini no se expresó por la provocativa convocatoria del funcionario. Hijos y Página 12 consideraron las denuncias como parte de una maniobra conspirativa de sectores opositores.