El juicio político quedó desarticulado con la renuncia que presentó la juez Julieta Makintach, acusada de falta de decoro al ser parte del Tribunal que intentó administrar justicia en el caso de la muerte de Maradona.

Makintach sabía que se expondría a una carnicería. Le hicieron saber que sus esfuerzos de explicar lo inexplicable iban a ser un desgaste innecesario. Sobre todo primó en la jueza el priorizar su futuro en la profesión ya que podrá desempeñarse como abogada y hasta pelear por los aportes previsionales como magistrada. De haber sido destituída, estos derechos hubieran sido anulados.

Ahora queda el paso del gobernador. Se sabe que aceptará la renuncia. Hubo sondeos previos a la acusada. El gobierno bonaerense no quiere olas ni escándalos mayores en un poder que está por rearmarse en la provincia. Quedan muchas vacantes e inclusive el asunto más urgente es cubrir lugares en la Corte Suprema bonaerense, que funciona tan solo con tres de los siete ministros que debería tener el cuerpo.

Makintach venía haciendo lobby, para acceder a un sitial, a través de sus contactos con Sergio Massa. Las acciones de reparar la Corte han sido inútiles ya que la interna dentro del frente peronista ha paralizado los consensos necesarios.

Se evaluó que tenerla 24 por 24 en la pantalla a la jueza del documental sobre Maradona hubiera salpicado a todo el Poder Judicial, en momento de gran sensibilidad.

El Procurador bonaerense, Gerardo Conte Grand, ha sido un activo importante para forzar la renuncia de la magistrada. La jueza tendrá que sortear otra dificultad y es que la causa penal sigue viva. Se instruye en San Isidro donde Makintach deberá explicar qué intereses hubo para filmar imágenes del juicio, cuando esto estaba inhibido para todos.

Ahora su defensa será sin fueros .

El abogado de Julio César Coria, el ex custodio de Diego Maradona, que fue preso por falso testimonio, durante el debate nulo por la muerte del Diez , solicitó la detención inmediata de Makintach.