Tras los resultados de las PASO, uno de los análisis clave a tener en cuenta será proyectar cómo quedará el Congreso de la Nación si se confirmaran los resultados. A contra mano de lo que sucedió con Cambiemos estos últimos años, el bloque K quedaría a las puertas de la mayoría.

Si las elecciones de octubre terminaran igual, el Frente Todos obtendría 20 bancas en Buenos Aires y 4 en Capital Federal, mientras que por Juntos por el Cambio ingresarían 12 y 7 respectivamente. En el resto de las provincias el kirchnerismo sacó más diferencia y por eso mejoraría su performance.

Hay casos muy significativos como el de la provincia de Santa Fé donde el peronismo se quedará con las cinco bancas de repetirse el resultado del 11 de Agosto.

Pasando en limpio, en Diputados el oficialismo pone en juego 45 de 107 escaños y con estos resultados renovaría solo 43. El Frente de Todos pondrá en juego 39 de 65 bancas, y obtendría 74 lugares quedando cerca de 100 puros, más de una veintena de los que tiene ahora.

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Una de las consecuencias que dejarían estos resultados sería un Congreso más polarizado ya que las terceras fuerzas quedarían muy reducidas.

Argentina Federal quedaría en 18, el Frente Renovador con 3 y Red por Argentina se iría a 10. Toda esta suma de posibles aliados podría acercar al kirchnerismo a 123 diputados, quedan muy cerca del quórum necesario de 129.

En el Senado, el kirchnerismo también conseguiría una cosecha importante. Pasaría de 9 a 17, mientras que el Bloque del PJ será de 12 senadores.

De unificarse, el peronismo obtendría mayoría automática. Juntos por el Cambio, de seguir así, quedaría en 27 senadores.

Más allá de los números, habrá una agenda que se va a imponer. Las medidas económicas serán prioridad para aliviar la crisis económica en el primer año. Además, una amplia agenda feminista con la posibilidad -de ganar Alberto Fernández- de tener un ministerio de la Mujer y por supuesto el debate del aborto.