El fiscal Jorge Di Lello tiene casi todo definido y más de 120 carillas redactadas. El próximo martes pedirá la primera tanda de indagatorias en el caso de los hermanos Schoklender. Serán más de veinte imputados. Casi seguro figurará María Alejandra Bonafini, quien hasta ahora intentó mantenerse al margen de todo. Es más, todavía no habría designado un abogado. A los delitos de defraudación y lavado de dinero se le sumaría la figura de asociación ilícita, al menos para algunos imputados. La duda más importante es si el fiscal se animará a pedir la detención de los principales responsables de la maniobra. Di Lello espera alguna señal del juez o de los camaristas, que hasta ahora lo cuestionaron bastante en la causa. Si no llega, dejará esa decisión en manos de Oyarbide, que no avanzará en las indagatorias hasta febrero.