Es lo que se viene tras la muerte de su líder, el Gobierno se encolumnará tras la presidenta Cristina y apuntalará su proyecto a ser reelegida. El lunes mismo se espera una aparición fuerte de la primer mandataria, tras su duelo en Río Gallegos con los más íntimos. Los puntales que han merecido la concentración de Néstor Kirchner el el último tramo de su vida y carrera política persistirán, como su guerra con Clarín, la embestida hacia el vice Julio Cobos y el manejo discrecional de los fondos para frenar disidencia dentro del PJ. Cristina definirá una mesa política de enlace con los sindicatos, gobernadores y el partido. En ella estarán seguros : Julio De Vido, Carlos Zanini y Anibal Fernández, a quien la presidenta le dio protagonismo excluyente en el entierro, será el hombre de compañía de gestión. Su hijo Máximo se trasladará a Olivos y tendrá mayor protagonismo, sobre todo en capitalizar la masiva juventud que despidió a Kirchner.Timerman, como cristinista, tratará de acumular más poder, destilando kirchnerismo por los medios. Incógnita la de Bodou, a quien muchos dan como ido de la estructura de poder. En definitiva, no habrá un solo hombre para remplazar las múltiples tareas que cubría el ex presidente.