El romanticismo silvestre y el amor a los árboles encontró sintonía fina en el discurso K en la ciudad de Buenos Aires.La obra del Metrobus en la 9 de julio está parcialmente suspendida por la justicia hasta nuevo aviso. En las últimas horas, el jefe de gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, argumentó que tras la tala de una decena de árboles sobre la avenida habrá nuevas plantaciones. Cristina desde el Calafate lanzó :”Los árboles son sagrados”. Omitió recordar lo que hizo el kirchnerismo con el emplazamiento de su catedral cultural, Tecnópolis, dicen que se habrían talado cerca de 500 árboles. El intelectual de Carta Abierta, Ricardo Foster, escribió una pieza de antología en Página 12, en defensa de los espacios verdes. Por su parte, Greenpeace se vio obligada a emitir un comunicado, ante las críticas por su silencio en el caso. Dicen que ellos solo se ocupan de política medioambientales globales y no distritales. Los verdes más famosos después del dólar quedaron pegados a Macri cuando este visitó el barco insignia de la organización ecologista, al cumplirse 25 años de esta Ong en la Argentina. La Ciudad, pese a todos los obstáculos, comprometió finalizar la obra en julio. Es otro desafío para Macri al igual que el subte, ya que serán, de salir bien, trofeos para su carrera presidencial.