El primer cortocircuito lo protagonizó Carolina Píparo, que había sido designada para la ANSES y terminó en la Cámara de Diputados. La ex candidata a gobernadora está muy dolida con el papelón que le hicieron pasar. En la sesión de la semana pasada, ni se saludó con el presidente electo.

“No se borran twits (sic), fue un honor que el presidente electo me haya considerado en un primer momento para conducir el organismo, pero respeto sus decisiones y le deseo la mejor de las gestiones a Osvaldo Giordano y equipo”, publicó hoy Píparo en su cuenta de X el fin de semana. Y agregó: “Tal como me comprometí en 2021, seguiré defendiendo las ideas de la libertad desde mi banca”.

Ahora el conflicto pasa por Ramiro Marra, otro de los fundadores de LLA. El ex candidato a jefe de Gobierno fue una de las figuras centrales de la campaña pero hasta ahora se quedaría con las manos vacías. Primero se habló que iba a la AFIP y luego lo candidatearon como jefe de asesores. Pero esos lugares quedaron descartados. En Radio Rivadavia contaron que Marra está furioso y se habría cruzado con “El Jefe”.

Otra figura de LLA que sufrió el rigor del poder en esta semanas es la vicepresidenta Victoria Villarruel. Se quedó sin los ministerios de Seguridad y de Defensa, tal como le habían prometido. Y se tendrá que refugiar en el Senado.

Aunque tuvo un rol mucho más secundario, Emilio Ocampo, el “gurú” de la dolarización, también se quedó sin nada. Era el hombre puesto para el Banco Central.