La relación política y personal entre Milei y Macri está atravesando un clima de tensión, más allá del quiebre interno en el PRO. Se desconfían mutuamente.

Macri, como representante del circulo Rojo, viene advirtiendo los amesetamientos del modelo económico, con la tranquilidad de quien ya no es el piloto de la tormenta. Reclama por la reactualización del tipo e cambio y el fin inmediato del cepo.

En definitiva, existe también una honda preocupación sobre la personalidad inestable del León. Importantes empresarios comienzan a plantearse si con ese estrafalario comportamiento se puede ir a buen puerto.

Mauricio les había asegurado que él iba a ser el garante o cuidador de la “Bestia’, para luego ir generando alternativas electorales más moderadas desde las formas. Eso no ocurrió ya que Karina y Santiago Caputo le cerraron las puertas de la Rosada.

En el medio de este principal escollo de la derecha democrática irrumpieron los ruidos en el mercado y el quiebre de la estructura del PRO. Sobre este ultimo episodio, la foto parece favorecer a Macri quien se quedó con el 80% del control partidario. El mensaje que hizo fluir Patricia fue “se quedan con el sello pero no con el poder”.

Mauricio les había asegurado que él iba a ser el garante o cuidador de la “Bestia’ , para luego ir generando alternativas electorales más moderadas desde las formas

Todo esto sumando a que el ex presidente imprimió fuerza al reclamo por el cumplimiento del fallo de la Corte de restitución de los valores correspondientes a la coparticipación de la Ciudad que Nación viene pisando en su cumplimiento.

¿Curioso que el actual Jefe de gobierno, el otro Macri, no haya expresado palabra, ni sus principales funcionarios, en ese justo reclamo? Puede ser que sea una estrategia entre primos de policía bueno, policía malo.

En las ultimas  horas,  Mauricio confirmó que irá a Tucumán para la foto del Pacto pos Ley de Bases. Se especuló sobre su ausencia. Iba a ser todo un síntoma de la escalada con el oficialismo, De todas maneras, hay dudas sobre cómo seguirá la pelea en el Congreso cuando el Ejecutivo promete profundizar las reformas.

Bullrich no le garantiza, por ahora, al presidente una estructura política para pelear en la provincia de Buenos Aires. Un hombre del ex presidente, Ritondo, se quedó con ese manejo.

Hay figuras sueltas de algunos intendentes como el jefe comunal de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, que por cuenta propia y amistad con Milei ya se estaban adecuando a nuevos tiempos. Un par de legisladores en lo nacional y la provincia podrían sumar gestos al oficialismo. No mucho más, con la complejidad que la fragmentación complica futuras negociaciones.

En el tren del “distanciamiento gradualista”, el macrismo apuesta a un relanzamiento de un acto multitudinario para el mes de agosto. Sentarán las bases de al futura competencia en la elección de mitad de término.

Horacio Caride