Los radicales se dividen entre “neutrales” y quienes ven en riesgo la democracia

La denominada “neutralidad” pareciera más un lugar estratégico de confort ante la implosión de Juntos. Algunos se juegan a fondo.

El radicalismo, al igual que gran parte de la oposición, sabe que la reconfiguración política, gane quien gane el próximo domingo, será inevitable. Ahora, quien gane el domingo no parece inocuo en la difícil crisis económica y de valores que atraviesa la democracia. Gerardo Morales (titular UCR) protagonizó un fuerte cruce con Mauricio Macri, a quien le deseó la cárcel a igual que a Cristina. Una declaración que marca, a las claras, que la fractura de Juntos es un hecho. Solo falta firmar la partida de defunción.

En este contexto, a muchos dirigentes les quedó cómodo el traje de la denominada “neutralidad”, salir del si o no, esperando el devenir de los acontecimientos. Otros, se van sumando al tren de jugarse por una opción , la que consideran menos riesgosa para el sistema de convivencia y los valores instaurados desde el 83.

Una voz potente fue planteada por el ex presidente del bloque de senadores de la provincia, el radical Roberto Costa.

Costa escribió una nata de opinión que repercutió fuerte en el seno del partido. Partiendo de una significativa autocrítica , dijo: “Nos equivocamos, ahora hay que evitar el autoritarismo , que lo representa Milei”.  La movida será acompañada mediante un juntada de firmas en territorio bonaerense, donde la UCR parece claramente dividida ya que algunos quieren priorizar la postura anti kirchnerista, desmereciendo los riesgos de la figura del libertario.

Milei, además, desmereció las figuras emblemáticas de la historia del radicalismo como Yrigoyen o la más cercana por estos 40 años de democracias, que es la de Raúl Ricardo Alfonsín. Las circunstancias que están en juego, obligaron a salir de su histórico perfil bajo, al dirigente Coti Nosiglia quien recordando a su hermana secuestrada por la última dictadura, alentó a optar por  “el pensamiento racional y no con la ideología de la locura que pregonan algunos”.

Los radicales tendrán un evento de importancia, para la consolidación de un nuevo rumbo. Será el Congreso partidario para elegir un nuevo presidente del partido. El candidato que cuenta con mayores chances es Martín Lousteau. Sin embargo, el gobernador correntino: Gustavo Valdés también quiere ser protagonista.

Si logran encontrar un vector de unión, el partido tendrá un rol fundamental en la futura recomposición de una opción opositora racional para representantes de sectores medios de la sociedad. Una gran cantidad de legisladores y gobernadores pueden ser faro ante la notoria fragmentación política con la que tendrá que gobernar el futuro presidente elegido, el próximo domingo 19 N. Larreta mira con mucho interés estos movimientos .