Un fotógrafo freelance en estado crítico tras la represión en la marcha de los jubilados

Se trata de Pablo Grillo. Trabaja en el municipio de Lomas de Zamora. El padre responsabiliza a Bullrich por el manejo represivo. Fue un clima cercano al 2001.

Un saldo devastado de clima enrarecido en el marco de una singular marcha a favor de los jubilados apoyada por hinchas de fútbol. Como efecto del mega operativo de las fuerzas de seguridad, se desató una verdadera batalla campal. Entre heridos, de ambas partes, figura en estado desesperante un fotógrafo freelance al que lo alcanzó un proyectil de gas lacrimógeno, directo a su cabeza.

Grillo estaba sacando fotos a la línea represiva. Se ve en las imágenes a un integrante de la PNA lanzar desde una escopeta una cápsula de gas lacrimógeno, que el protocolo indica que debe dispararse hacia arriba . Sin embargo, este efectivo lo hizo apuntando en dirección rectilínea. Pegó de lleno en la cabeza del trabajador de prensa. Su padre responsabilizó a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, a quien la tildó de “borracha, irresponsable”.

114 detenidos, decenas de heridos de ambas partes y un clima de violencia que también se replicó adentro del Parlamento. En el recinto, grupos de legisladores libertarios se agarraron a pilas, legisladores se agredieron lanzando agua, y el kirchnerismo exigió la renuncia de Martín Menem, por considerar que no está capacitado para presidir el cuerpo.

En la tele se volcó el debate de la violencia con una clara espectacularización y líneas editoriales muy duras. Baby terminó responsabilizando al fotógrafo Grillo de su destino por ser “militante”.