Tras el duro cruce con Pichetto, la vicepresidenta volverá a presidir una sesión caliente. Las senadoras no le perdonan su falta de control y los propios la defienden con tibieza. La explicación en un cambio de estrategia judicial.

El fuerte cruce, hace casi un mes, dejó en el recinto un humo a pólvora. Hoy se verá cómo quedó esta relación al tratar la ley del arrepentido y flagrancia (juicios abreviados de delitos descubiertos infraganti).

Pichetto expuso la falta de conocimiento de la vice en cuanto al reglamento de las sesiones, cuando esta quería hablar y replicar en el debate. La presidencia del Senado tiene solo atribuciones de coordinación y de ceder la palabra a los parlamentarios.

El recordado episodio puso furiosa a Gaby, quien cometió la extravagancia de querer plantear una cuestión de privilegio, configurando una supuesta “violencia de género” .

Al no hallar solidaridad entre las otras mujeres legisladoras elevó una queja a la Banca Femenina de la Cámara.

Lejos de conseguir empatía, la sanjuanina Marina Riofrío, quien junto con 16 senadoras objetaron “las desacertadas expresiones fuera del recinto” de Michetti “utilizando palabras que descalifican a las mujeres”, a la vez que consideran que el “reproche público carece de fundamento” porque lo expresado por el senador Pichetto no resultó improperio alguno sino aclaratoria del reglamento que ” usted incumplió”, dijo una misiva que no tomó estado público.

Por otra parte, Gabriela se siente sola en el principal tema que la aqueja: aclarar el manejo del dinero de su Fundación. El asunto se disparó judicialmente ante el robo que ella misma denunció en su casa:  245 mil pesos y 50 mil dólares.

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La novedad es que cambió de defensa. La va a representar el prestigioso radical Ricardo Gil Lavedra. El anterior estudio, Pérez Chada, le duró unos pocos días. Chada es el abogado de Boca y sigue desde los 90 los temas del presidente Macri.

Hay dos lecturas posibles del cambio. La causa es más complicada de lo que parecía, y la vice necesita un especialista de prestigio. La otra es que Macri no quiere a uno de sus hombres comprometido con una causa que no sabe donde puede terminar. Las dos versiones pueden tener un punto de unión y sentido.

El custodio de Michetti cayó por la compra de un auto de lujo