Del maridaje a la resaca hay un delgado hilo en la relación Milei-Macri

Las expresiones del ex presidente en no fueron sorpresivas para el entorno del libertario. Hay ruidos que persistirán, en medio de un círculo rojo que comenzó a impacientarse.

¿Cómo mezclarse y no quedar contaminados? La derecha ganadora de las últimas elecciones nacionales comienza a tener una crisis de crecimiento y la sensación que administrar las fuertes expectativas de un electorado proclive a bancar un profundo cambio va encontrando tensiones internas sobre métodos y la siempre mentada velocidad de las medidas. Queda claro, al correr de estos primeros siete meses de gestión, que Milei y Macri piensan parecido pero con distintos moldes de presentación de los principios reformistas. Milei es motosierra histérica y Macri intenta ubicarse como el cambio racional del círculo rojo.

En el juego de las diferencias, Milei lleva la delantera de contar con los botones, aunque la mayoría de las veces lo hace bajo influjos emocionales, quemando naves y funcionarios en el camino. En la Boca, (referencia siempre localista para el ex presidente y ex Jefe de gobierno porteño), Macri apuntó a la falta de equipos del presidente y a un entorno que “no se deja ayudar”.

Su reaparición estuvo debidamente estudiada y avisó (no traicionó) ya que le anticipó los trazos gruesos de su narrativa al presidente, en la cena con milanesas y ensaladas servida en la gélida noche de Olivos.

Juntó sed de venganza después ser maltratado en el acto de Tucumán . La organización oficial lo dejó sentado en filas traseras , no dándole la visibilidad lógica como ex mandatario para la celebración de la Ley de Bases. A al vez, la inquina fue creciendo desde la gestación del staf ministerial de la LLA. El Gobierno absorbió a Patricia Bullrich, como una de sus figuras rutilantes pero neutralizó otros tipos de colaboradores que el catador Mauricio pretendía imponer.

Macri entiende que sus equipos son mejores y están organizados. Su speach, de que no quiere ningún tipo de fusión con el oficialismo , es una adaptación pragmática a una negativa que fue vivenciado por parte del famoso entorno de Javi, desde el comienzo del arranque del nuevo gobierno.

El presidente , mas allá de su dependencia psicológica con Karina, puede exhibir razones precautoria entendibles . ¿ Sería suyo el éxito de una transformación si cogobernar con el creador del PRO? Por otro lado: ¿Tienen espaldas suficientes para aconsejar los que en temas económicos también fracasaron? Son preguntas que moldean un líder , por momentos muy parecido en sus miedos y mezquindades, de otros antecesores.

.¿Sería suyo el éxito de una transformación si cogobernar con el creador del PRO? Por otro lado: ¿Tienen espaldas suficientes para aconsejar los que en temas económicos también fracasaron? Son preguntas que moldean un líderpor momentos muy parecido en sus miedos y mezquindades de otros antecesores.

 

De todos modos, el discurso del opositor “facilitado”r de gobernabilidad , comparte agenda con el círcylo rojo de los empresarios que van perdiendo la paciencia más rápido que la clase media ajustada. Paolo Rocca , diojo casi en consonancia : ” fuimos demasiado optimistas con Milei”.

Causó cierto recelo en el entorno presidencial las reuniones rutinarias que vino manteniendo la vice, Victoria Villarruel , con referentes del PRO autorizados por Macri.

La pelea de fondo es saber cómo se llega a una coalición firme en lo electoral el año que viene . “Fuimos más Juntos que motor del Cambio” reflexionó el ex presidente. Advirtió que ayudaron y fueron generosos pero que ahora se asoman otros tiempos. El quiebre podría darse en dos asuntos espinosos: “Lijo en entrada a la Corte y los fondos reservados para una reciclada SIDE”.

Los gestos aliviadores del choque anticipado, provinieron de expresiones gentiles del encargado de Propaganda oficial, Santiago Caputo. Sus palabras de agradecimiento , dándole al ex mandatario el título de precursor del cambio, fueron improductivas. Macri está convencido que para casarse primero hay que tener un romance y convivir. Parece que el apoyo, en la segunda vuelta presidencial, fue más un arrebato de una cita a ciegas. O mejor dicho los unió el espanto al peronismo. Sobre este punto un dato importante, a tener en cuenta, es que Milei no hace anti peronismo en su inflamable discurso .

En el Senado se negocia con  legisladores de la UP,  el pliego de Ariel Lijo. En su agenda,  tampoco personaliza contra Cristina , salvo algunos round específicos que tuvieron en las redes. Macri se podrá preciar de sus mejores equipos pero Milei tiene un pragmatismo similar al peronismo,  herramienta que exhibió el peronismo en las cuatro décadas democráticas. Habrá que ver si eso le permite aguantar la gobernabilidad en medio de un brutal ajuste. El maridaje político es igual querer aplicar matemáticas puras a fórmulas políticas . Generalmente uno mas uno no da dos. Del maridaje a la resaca hay pocos pasos sino se cuidan la calidad  cada una de las desiciones en la gestión.

Horacio Caride